Si en este verano que agoniza nos llega a dar por somatizar, más de un aficionado blanquinegro habría acabado con síntomas de hipotermia. El bochorno canicular contrastaba con unos estados de ánimo al borde de la glaciación, que contraían hasta el último poro del valencianismo tras los dolorosos traspasos. Todo ello acentuado por un Villa entregado a la causa de ofrendar nuevas glorias a España, ajeno a que cada uno de sus goles sudafricanos era una amenaza de bomba en Mestalla.
Inmersos en este proceloso tiovivo emocional, una mañana de junio se encerraron de forma casi clandestina en el cuartito de Emery en Paterna las tres patas del banco: el propio entrenador, Manuel Llorente y Braulio Vázquez. Aunque todavía no estaba completa la plantilla, el presidente quería saber qué equipo se troquelaba en el horizonte. Cuentan aquellas cuatro modestas paredes que abandonó la reunión henchido de optimismo. Las explicaciones de sus técnicos lo convencieron. Sobre la verde pizarra de Emery, Llorente visionó el estreno goleador del recién llegado Soldado o la primera ovación para un Aduriz que en aquel momento aún era jugador del Mallorca.
La ilusión presidencial estaba justificada. El mercadeo ha reportado en dos años al Valencia más de cien millones de euros, un nuevo Porchinos. Y pese al traumático éxodo, sobre el campo no hay peor equipo. El adiós de Marchena es un negocio, el de Baraja un doloroso trámite, el de Zigic un milagro... Y para los de Silva y Villa cobra vigencia aquello de que cuando un problema no tiene solución deja de serlo.
Fernando lo ató todo bien antes de su ejecución y cada baja ha hallado la réplica de un esperanzador fichaje. La ansiedad que se respiraba durante la pretemporada sólo era atribuible a una alucinación fruto del calor. A la hipotermia. Al fin ha vuelto todo a su sitio. Emery ha sobrevivido al brote cainita y su ilusionante Valencia inquieta a los rivales. Incluso a Mourinho, quien cada vez que abre la boca (ahora sí lo has conseguido, Floren) demuestra que ha nacido para entrenar al Real Madrid.
(Artículo publicado en LAS PROVINCIAS el 6 de septiembre de 2010)
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