El lado más oscuro del ser humano

Era niña, pesaba casi cuatro kilos y tenía una vida por delante. Sin embargo, a falta de conocer los resultados de la autopsia, todo parece indicar que fue su madre quien decidió que no merecía ninguna oportunidad y la dejó morir en medio de un amasijo de compresas y sangre. El suceso, ocurrido en Alicante, ha venido a demostrar que el ser presuntamente humano puede abanderar macabros comportamientos que repugnarían al más desalmado animal.
¿Qué pasó por la cabeza de esa madre?, por darle el título que, de confirmarse el homicidio, sólo biológicamente merece. Es difícil de entender. En estos casos siempre surge algún iluminado que alega que la mató por exceso de amor, para evitar una vida de penurias y dolor a la criatura. Tal vez fuera así, o quizá prefiera ella pensar de este modo para atenuar el molesto martilleo que golpea incluso las conciencias más adormecidas. Pero también en ese caso habría asumido una decisión que no le compete, un parricidio en toda regla, de crueldad infinita por la inocencia de la víctima, muerta antes de poseer ni siquiera un nombre.
A mano tenía esa madre recursos para evitar tan injusto desenlace. Pudo recurrir en su momento al aborto, si sus fundamentos morales se lo permitían, o pensar que mucha gente menos afortunada no es capaz de tener hijos y daría su vida por hacer feliz a quien ella presuntamente condenó a muerte.
Sería triste que hechos como éste pasaran desapercibidos, engullidos por la creciente violencia de una sociedad donde ya no sorprende ni que una anciana de 96 años apuñale a su hermana de 89. Ojalá la autopsia desvele que la muerte de esta niña alicantina se produjo de forma accidental durante el parto clandestino; ojalá el único pecado de la madre sea, y no es poco, haber abandonado el cuerpo sin vida de su hija en un solar infecto. De lo contrario resulta ya muy difícil creer en la especie humana. Quien ha saboreado las mieles de la paternidad sabe de qué hablo. Y quien no, también.
(Artículo publicado en LAS PROVINCIAS el 22 de abril de 2002)

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