Jorge Martínez 'Aspar': "Valmor seguirá en la F-1 hasta que expire su contrato"

Acude a la cita con ligero retraso. A dos meses del Gran Premio de Europa de Fórmula 1, y con el Mundial de motociclismo en ebullición, la faena se acumula para Jorge Martínez ‘Aspar’. Entre atiborradas carpetas y variados trofeos que evocan un pasado glorioso,el vicepresidente de Valmor Sports se dispone a analizar el idilio de Valencia con el Gran Circo, próximo a cumplir su tercer año. Hoy hará lo propio en el hotel Astoria, donde a partir de las 19.30 horas y con entrada libre impartirá la conferencia inaugural del ciclo de primavera del Aula LASPROVINCIAS.

–«Valencia y la Fórmula 1». Es el título de su conferencia, pero hace un lustro podía haberlo sido de una película de ciencia ficción...
–Sin duda. Si a mí mismo me lo hubieran dicho entonces, habría respondido que era imposible. Cuando al final aceptamos, todos nos hicimos cruces. Desde un punto de vista deportivo, es el reto más duro que he afrontado en mi vida.

–Superado el primer susto, ¿qué pensó cuando alguien terminó la frase y le dijo: «...y además de traer los coches, no los llevaremos a Cheste, sino al puerto?»
–En todo momento tuvimos claro que no había otra opción. O era en la ciudad o nos quedábamos sin gran premio. Existía verdadera obsesión por llevar la Fórmula 1 al puerto.

–De las carreras de 2008 y 2009, ¿con qué momento se queda?
–Estoy en parrilla el primer año, con todos los bólidos ya en sus puestos, va a darse la salida, veo las gradas llenas... Esa foto permanecerá para siempre en mi cabeza. Se me saltó más de una lágrima (todavía se le quiebra la voz al recordarlo). Fueron nueve meses infernales para finalizar a tiempo la pista. Mucha gente pensaba que no llegábamos.

–Vamos ahora a los malos recuerdos. ¿Cuál ha sido el más amargo?
–Ha habido muchísimos, aunque yo intento ser optimista. Lo negativo sólo me interesa para aprender. De lo contrario, con lo mal que están las cosas, no avanzaríamos.
–Menos calor y más vida en Valencia son ventajas que por sí solar justifican el cambio de fechas.
–Como dice, veremos una ciudad más viva, con todo abierto. Era una de las cosas que los extranjeros no entendían. Recuerdo la sorpresa que se llevó el gobierno de Singapur, un pequeño país donde todo gira en torno al comercio, al encontrarse con una Valencia prácticamente cerrada... Son cosas negativas para un evento así. Y luego está la ventaja de la temperatura, que marcará un antes y un después incluso en relación con la marina. Agosto es un mes malo para los barcos, que ya están en las islas, de vacaciones.En junio todo cambia, pues es cuando la gente empieza a salir. Por eso este año no tendrá nada que ver con los anteriores.

–¿Pero no cree que el gran premio de Valencia se aproxima ahora peligrosamente al de Montmeló en el calendario, teniendo en cuenta cómo están los bolsillos?
–No competimos con Montmeló. Barcelona tiene un circuito permanente y el nuestro es urbano. Disponemos de barcos y marina, estamos dentro de la ciudad... Contamos con unos privilegios increíbles: el enclave, la visibilidad, la accesibilidad, no hay atascos, se puede ir en taxi o metro hasta la misma puerta del circuito. Eso no existe en Montmeló, sin que se entienda como una crítica negativa. Aunque lo idóneo sería separar las fechas, es mucho más positivo estar en junio que ir a septiembre u octubre.
–Cada vez que Ecclestone habla sube el pan. El magnate de nuevo insinúa que Valencia puede perder la Fórmula 1. ¿Le preocupa?
–En ningún momento ha hablado de Valencia. Dice que quiere veinte grandes premios y, como España cuenta con dos, existe la posibilidad de que uno de ellos termine. Pero nosotros tenemos contrato para siete años, nos quedan cinco y los cumpliremos. Incluso contamos con una opción de ampliación. Vamos a estar cada vez más consolidados y espero que todo esto nos dé fuerzas para continuar. Se ha hecho un gran esfuerzo, una gran inversión que sólo tendría sentido a medio o largo plazo.
–¿Entiende las críticas al Consell por asumir el pago de los 17 millones del canon de la Fórmula 1?
–Estoy muy decepcionado. Seamos constructivos. ¿Por qué se hace en Cataluña, Andalucía, Aragón, y Valencia no puede tener lo mismo?
–¿Debería a su juicio haberse sacado la Fórmula 1 del debate político desde el primer momento, para evitar hacer de ella un muñeco de pimpapum?
–Sin duda. Incluso me encantaría que ocurriera con nosotros como con la Volvo Ocean Race, la Barcelona Race o la America’s Cup, eventos que reúnen privilegios de cara a las empresas que invierten en ellos. En España el motociclismo y el automovilismo dejan una riqueza bestial. Tenemos circuitos increíbles que nos convierten en un lugar de privilegio de toda Europa en cuanto a marcas de coches, de neumáticos, presentaciones... Todo eso se hace hoy aquí y debería tenerlo en cuenta el Gobierno de España: lo mucho que aportamos, la gran imagen que damos del país, el dinero que entra gracias al motor...

–Como empresario, ¿fue un acto de profunda insensatez embarcarse en un proyecto de tanto riesgo económico en puertas de una crisis mundial sin horizontes?
–(Ríe) Hombre, un poco de locura sí hubo, pero los datos al final nos darán la razón. Espero que todo esto se empiece a recuperar en los próximos años y alcancemos un equilibrio total. De todas formas, si tuviéramos que hacer una campaña de este calibre para situar a Valencia en el mundo, ¿cuánto valdría?

–Pero que tengan que pagar esa campaña Aspar, Bancaja o Roig...
–Es muy duro, por supuesto, pero nos espera un futuro mejor. Sobre todo gracias a Alonso, Alguersuari, De la Rosa, Hispania... Todo ayuda.

–¿Llega el momento de que otros empresarios arrimen el hombro?
–No está siendo fácil, pero Bancaja, Fernando Roig y Jorge Martínez ‘Aspar’ no entraron en Valmor para ganar dinero.

–Tampoco para perderlo.
–Nuestra idea está clara desde el primer minuto. Y ojalá alcancemos el equilibrio empresarial de cara a los próximos años de contrato.

–El año pasado perdieron 12,5 millones. ¿No es mucho?
–Hubo un desfase económico, pero la cifra no es correcta, porque estamos ante un proyecto a siete años y las pérdidas hay que distribuirlas durante todo ese periodo. Seguro que 2010 marcará la recuperación.

–¿Garantiza que Valmor continuará hasta que expire su contrato?
–No lo dude. Ese es el plan.

–¿Es Adrián Campos una persona a recuperar para la causa?
–Somos amigos desde la infancia. Me encantaría su vinculación a Valmor y a nuestro proyecto.

–Ferrari quiere en Europa occidental un parque temático como el de Abu Dhabi. ¿En Valencia?
–La relación con Ferrari es excelente. Traer las Finales Mundiales fue un avance brutal y este año nos esperan novedades importantes en el acuerdo con ellos. Visitamos el Ferrari World de Abu Dhabi y es increíble, pero hay que estudiarlo bien y esperar. Ojalá sea en Valencia.

–Pero es una utopía o un anhelo con fundamento.
–Un sueño no es, porque hablamos de algo real. La posibilidad existe, pero hay que ser realista. La situación económica no es la mejor para empezar un proyecto tan grande.

–El año pasado hubo angustia por el pinchazo en la venta de entradas.A dos meses escasos de la tercera edición, ¿cuántas hay ya distribuidas?
–No sólo fueron las entradas. Estaban las dudas en torno a la participación de Alonso, la guerra entre la FIAy los equipos... Había una situación muy fea y perjudicial. Ahora todo es diferente. Han ganado carreras un español, un inglés y un alemán, el espectáculo está garantizado y en cuanto a público hemos vendido un 30% más de entradas que el año pasado. Ojalá gane Alonso en Montmeló. Sería muy positivo para todos.

–¿La ampliación del aforo con una grada más es la evidencia de que la prueba valenciana comienza a salir del túnel de la crisis?
–Por supuesto. Además, la Fórmula 1 no son exclusivamente las 100.000 personas que pueden venir a Valencia, sino los 600 millones de telespectadores que la siguen por todo el mundo. El nivel de gente que arrastra este acontecimiento posiciona a la Comunitat en el planeta. Y a todo esto hay que añadir que pronto vamos a conocer un par de noticias muy positivas alrededor de la Fórmula 1. Si aunamos fuerzas y somos constructivos, todos ganaremos.

–¿Perjudicó a Valencia la apresurada comparación con Mónaco?
–En absoluto. En asistencia de público y como circuito, estamos muy por encima. Otra cosa es que ellos cuenten con el glamur de sus barcos, el casino y gente de un nivel distinto al que tenemos hoy por hoy aquí, pero llevan 70 años y nosotros acabamos de empezar.

–¿Qué error del pasado le obsesiona y qué mejoras debemos esperar para esta tercera edición?
–Es importante ser humildes, como hicimos el primer año con los problemas de visibilidad de la tribuna del puente. Ahora todavía se seguirá mejor la carrera, porque las gradas serán más altas y estarán mejor ubicadas. Queremos perjudicar lo menos posible a la gente en materia de accesos, montaje y desmontaje. Una de las novedades es que planeamos que se pueda pasear gratis por dentro del circuito el viernes y sábado.
–Muchos pilotos muestran recelo ante los trazados urbanos, la última debilidad de Ecclestone. ¿Qué opinaría Aspar, un hombre vinculado a Cheste, si no estuviera implicado en la organización del Gran Premio de Europa?
–El nuestro no es un circuito urbano. Está construido dentro de la ciudad, pero con una seguridad increíble, con un ancho que en su punto mínimo tiene casi 13 metros, más que Montmeló. Si Ecclestone hubiese dicho: «Puedes hacer el circuito urbano o aprovechar el permanente», yo habría modificado este último y se acabó. Pero la Fórmula 1 va en otra dirección. En la nuestra.
(Entrevista publicada en LAS PROVINCIAS el 4 de mayo de 2010)

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